MUSEO DE ARTE

Para llegar al Museo de Arte, tuve que tomar una combi que tardó un buen rato en recorrer una de las avenidas más antiguas de la ciudad. El tráfico es intenso y en hora pico la experiencia es agotadora. Algo que me dejó sorprendido -y molesto- fue la cantidad de ruido que hay, en cada esquina se toca el claxon y el primero que lo haga gana el paso.

El Museo, en donde se muestran textiles y piezas arqueológicas de las diversas culturas andinas y artículos virreinales, en un principio fue el lugar donde se llevo a cabo una exposición mundial, incluso hay un Pabellón Morisco y otro Bizantino rodeados de un jardín de gran tamaño.